martes, 31 de julio de 2007

Memoria Histórica: Bucle


María Vila Hernández ejerció de maestra durante la mayor parte de su vida en Villanueva de la Vera. Con nuestra familia tuvo una relación especial pues fue maestra de mi madre, pero por lo que a mi me resultó siempre fascinante el personaje, era por las historias que mi abuela Rosa contaba de ella, con la que compartió cárcel durante la primera etapa del golpe de estado del general Franco, la época más cruel en cuanto a las prácticas represivas.
A mi abuela la llevaron a la cárcel tras dos visitas de los falangistas al pueblo, venían a buscar entre otros a mi abuelo Segundo, condenado a treinta años y un día de cárcel por rojo, pero mi abuelo no estaba en Villanueva, sino en Valencia, donde apoyaba la resistencia del gobierno republicano al golpe de estado.
En la segunda visita de los falangistas mi abuela es llevada a la cárcel de Plasencia y de nada sirvieron los ruegos de mi bisabuela Pía para impedirlo. En la cárcel le preparaba la comida y le lavaba la ropa a Doña María, al igual que a otros presos del pueblo, con ello ganaba algo de dinero para sobrevivir en aquel entorno tan duro.
De las historias que recuerdo con nitidez, también por la mediación de mi madre, es la de una señora de Baños de Montemayor, casada con un falangista, que dio a luz en la cárcel a un niño. El padre de la criatura iba a verlos a la cárcel con una cesta de viandas, pero la señora se negaba a recibirle ya que no le perdonaba, no el que ella estuviera presa, sino que permitiera que su hijo naciera y se criara en presidio. Mi abuela intercedía cada vez que acudía y le daba noticias al marido para conseguir la cesta de viandas, pues lógicamente no andaban muy sobraos.
Mucho tiempo después, mi madre intento encontrar a la señora en Baños, pero ésta ya no residía allí, se había marchado a vivir con su hijo a Talavera de la Reina. Supo que la señora se separó del falangista y nunca tuvo ninguna relación con él, criando en solitario a su hijo.
Doña
María intentó alfabetizar a mi abuela que no pudo ir a la escuela porque a los nueve años empezó a servir, pero aunque el inicio fue muy bueno y la abuela era muy inteligente, era demasiado nerviosa para ser paciente y acabó dejándolo, aunque con la conciencia de que sus hijos irían a la escuela hasta finalizar la Primaria.
Desde entonces mi abuela Rosa y Doña María tuvieron una relación de cariño y amistad que duró toda su vida. Estas historias que recogía durante mi infancia y adolescencia, suponían para mi una gran contradicción del personaje que narraba mi abuela y que yo imaginaba, y el estereotipo de maestra dura que arrastraba Doña María entre sus alumnas, que mi madre y otras antiguas alumnas me transmitían.
Cuando había coincidido con Doña María, por acompañar a mi abuela a su casa en las visitas anuales que realizaba al pueblo, o en compañía de mi madre, era un personaje que llamaba mi atención sin saber por qué, quizás era su mirada, su aspecto distinguido, su manera de hablar y comportarse tan correcta y diferente a lo que conocía y que traslucía una persona interesante, inteligente y culta de amena conversación.
No sabía mucho de la vida de Doña María, era una historia de luces y sombras, conocía que era de Salamanca y que había ido a la cárcel por ser roja. Se casó con un señor de Villanueva, Paco Cordovés de apodo El Motocho que era agricultor exportador de pimientos, higos y otros productos agrícolas, era el encargado de las letras de cambio del pueblo. Tenía una situación acomodada en Villanueva. Doña María no tuvo hijos y sobrevivió hasta los noventa años. Tenía otras hermanas maestras Juana y Rosario, esta última impartió clases en Villanueva. Mi abuela y mi madre hablaban también de la cuñada de Doña María, de origen alemán, la nombraban Yedra y de su hijo Ángel que era muy revoltoso. Siempre pensé que Doña María era un personaje que escondía alguna historia apasionante que merecía la pena ser escrita.
Muchísimo tiempo después, perteneciendo ya al cuerpo docente de la Comunidad de Madrid y ya fallecida mi abuela y Doña María y casi olvidadas estas historias, en Mayo de 2005 mi madre al leer el diario El País, me señaló una pequeña columna del apartado de Gente, firmada por Ignacio Francia desde Salamanca, titulada Volver a Salamanca, a partir de ese momento empiezo a descubrir la increíble figura del hermano de Doña María, Salvador Vila y su pensamiento, siento que algo de lo que tenía Doña María en la mirada, y que yo había sospechado, comienza a ser descubierto, una historia increíble y trágica.
Una historia difícil de imaginar, la de la familia Vila, que se verá involucrada directamente en las represalias más desafortunadas del levantamiento militar de Franco.
Nunca pude imaginar que esta maestra de mi pueblo, era la hermana de un personaje tan ilustre y relevante de la Universidad Española del tiempo de la República, varios libros y artículos de estos últimos tiempos nos hablan de su pensamiento, el más importante la Biografía de Mercedes del Amo Salvador Vila: el rector asesinado en Víznar, editado por la Universidad de Granada en 2005; la sinopsis del libro nos da una idea de la magnitud del personaje: Salvador Vila (Salamanca 1904-Granada 1936), discípulo predilecto de Miguel de Unamuno, fue nombrado rector de la Universidad de Granada en abril de 1936. Republicano de izquierdas, intelectual con formación internacional y brillante arabista, fue fusilado a los 32 años en Víznar, en el mismo lugar y por la misma causa que lo fuera Federico García Lorca. Sus relaciones con importantes intelectuales de la época, como Unamuno, Wenceslao Roces, Manuel de Falla, y los arabistas Miguel Asín o Emilio García Gómez, así como sus profundos conocimientos, auguraban que se convertiría en una figura de referencia de la educación y la cultura españolas. Estaba casado con Gerda Leimdörfer, hija del redactor-jefe del principal periódico judío de Berlín, cuya familia sufrió la persecución nazi. Gerda fue detenida con su marido y salvada por Manuel de Falla, tras ser obligada a bautizarse. La memoria de estos hechos permaneció oculta hasta la llegada de la democracia y ésta es la primera biografía de conjunto del malogrado rector.
Otros artículos, estudios y libros publicados en los últimos años, han permitido acercarse al pensamiento y la vida de Salvador Vila, entre ellos los de Ian Gibson en la separata de Andalucía: Salvador Vila, biografíado de octubre de 2005 y Mar Padilla en el suplemento de Educación de El Pais de enero de 2005 titulado La Universidad como botín de guerra, que nos presenta el estudio realizado por Jaume Claret, doctor en Historia por la Universidad Pompeu Fabra (UPF). En su tesis La represión franquista en la universidad española, rastrea la represión franquista en los campus, que sufrieron el asesinato de tres rectores y la purga de cientos de docentes. Aunque había leido el artículo, el personaje de Salvador Vila, en aquel momento, no tenía mayor significado para mi que el de otros personajes que aparecen en el artículo, ya que hasta mayo no fui consciente de la relación fraternal del rector Salvador Vila con Doña María y que descubriría gracias a mi madre.
Este estudio de Claret se transforma en el libro: El atroz desmoche. La destrucción de la universidad española por el franquismo, publicado por Crítica y cuya recensión realiza José Manuel Sánchez-Ron en Babelia el 30 de octubre de 2006. En el libro, el autor sugiere que había un proyecto consciente de usar la violencia para imponer el régimen, en que “no fueron casuales” algunos hechos como la relación entre la deposición de Unamuno y el asesinato de Salvador Vila, rector de Granada. Está misma idea recoge el artículo de Fernando Valverde publicado el mismo día en la edición de Andalucia y recoge la colocación, 70 años después del asesinato, de una placa que recuerda al intelectual en el paraje bajo el que permanecen sus restos, después de que su cuerpo fuera acribillado a balazos por orden directa de Franco, el cual quería vengarse de ese modo de Miguel de Unamuno, que había tomado una dirección ideológica contraria a los deseos del general.
En palabras de Mercedes del Amo, autora de Salvador Vila, el rector fusilado en Víznar, libro que acaba de alcanzar su segunda edición, “las fechas hablan por sí solas: el 6 de octubre Unamuno habló con Franco, le pidió la libertad de dos amigos y criticó sus métodos represivos, Vila fue detenido el 7 del mismo mes; el día 12, día de la Hispanidad, ocurrieron los sucesos del Paraninfo, el día 22 Unamuno es cesado como rector por una orden firmada personalmente por Franco y en la madrugada del día 23 es fusilado Vila, cuya vida había permanecido salvaguardada hasta ahora por el maestro y amigo”. La crónica de los últimos días de Vila constituye una serie de intrigas que resultan complejas y angustiosas.
Los sucesos del Paraninfo del 12 de octubre de 1936, a los que se refiere la autora, no son otros que los relacionados con el famoso discurso que Unamuno pronunció en Salamanca con motivo de la inauguración del curso académico, acompañado por Carmen Polo de Franco y por el General Millán Astray. Aquel día, después de un discurso, alguien lanzó el grito legionario “viva la muerte”, a lo que Unamuno contestó: “Aquí donde estamos es el templo del intelecto. Vosotros sois los que profanáis sus sagrados recintos: venceréis porque tenéis la fuerza bruta, pero no convenceréis, porque para convencer tendríais que persuadir, y para persuadir no tenéis lo que hace falta: la razón y el derecho”. Miguel de Unamuno acababa de firmar su sentencia de muerte y la de su alumno, Salvador Vila, que le fue siempre fiel y que desde hacía tiempo estaba en el punto de mira de los franquistas, al igual que lo estuvieron Federico García Lorca o el alcalde socialista de Granada y cuñado del poeta, Manuel Fernández Montesinos, que también fueron fusilados. Como afirma Mercedes del Amo en su libro, sobre la familia del rector Vila se cebó la época de los fascismos europeos. Salvador se casó con Gerda, una judía alemana de la burguesía berlinesa, cuya familia sufrió la persecución nazi de los primeros años treinta. Después, tras refugiarse en Granada vino el franquismo, que acabó con la vida de Salvador y que pudo haber arrastrado a la muerte también a Gerda, de no haber sido por la intermediación del músico Manuel de Falla.
En la XII Bienal Internacional de Cine y Vídeo Científico en Español de marzo del pasado año, el reportaje Salvador Vila, rompiendo el olvido, ha sido premiado con el Diploma de Honor en el Área Humanístico Social. En el documental aparecen Angel y James, hijo y nieto de Salvador Vila; tras el reconocimiento que se ha hecho de su figura y su obra como arabista, hablan de los desgraciados sucesos y del sufrimiento de las tías, entre las que se encontraba Doña María, después de la ejecución del hermano. El documento es impresionante.
Mercedes del Amo en la biografía de Salvador Vila cuenta la represión que sufrió toda su familia, su hermana Juana Vila la sufrió en agosto del 36 siendo apartada del magisterio, pero no cuenta nada de la de María Vila y su estancia en la cárcel de Plasencia, no se cuanto tiempo estuvo María Vila recluida, mi abuela estuvo unos nueve o diez meses, es decir, salió en la primavera del 37, por mi madre se, que su marido y mi tío abuelo Aniceto, consiguieron sacarlas de la cárcel respectivamente.
Relata Mercedes del Amo que Gerda Leimdörfer y su hijo Ángel Vila marchan de Granada a Salamanca tras su bautizo y salida de la cárcel. La familia decide que ambos se marchen al pueblo de María, Villanueva de la Vera. Nada dice de la estancia de María en la prisión de Plasencia y por las fechas que da en el libro de la llegada de Gerda a Villanueva, noviembre del 36, es casi seguro que estaría en la cárcel o acabaría de salir.
Tres años pasaron Ángel Vila y su madre en Villanueva, cuenta del Amo que fueron años muy dificiles por la situación en la que se encontraba, separada de sus padres, hermano y amigos y fusilado su marido. Los del pueblo la llamaban la alemana sino estaba delante y señora Gerda cuando estaba. Ángel tiene buenos recuerdos de su estancia en Villanueva, como su padre era muy aficionado a las peleas a pedradas. En el pueblo, descalabró a Vito, llamado desde entonces El Piquera; Ángel era muy revoltoso y así es recordado por mi madre.
El libro recoge fotografías de esa época y de la estancia en Villanueva. Posteriormente madre e hijo regresarían a Salamanca y en 1947, Gerda se exiliará en Londres con su hijo y volverá a casarse con Manuel Pulgar, que recogería la historia de Salvador en un relato novelado para entregárselo a su hijo y nietos. Este documento contribuyó de manera decisiva en la biografía escrita por Mercedes del Amo.
Gerda y su familia regresaban a España todos los veranos y visitaban a la familia Vila en Salamanca y seguramente en más de una ocasión se acercarían por Villanueva.
Aparecen en la biografía también algunas cartas de la correspondencia entre María Vila y Gerda de finales de los años setenta, ya en plena transición, a propósito del reconocimiento de la figura y obra de Salvador y de los terribles sucesos que acontecieron en Granada. Todo el proceso es muy interesante, pues puede verse la postura de los diversos Vila respecto al asunto. Solamente Gerda mantendría hasta el final una postura de dignidad y de reivindicación de la verdadera historia vivida por Salvador Vila. La posición de María en esta custión era de moderación y su sobrino Carlos la consideraba un sentimiento anacrónico, hasta ese punto los supervivientes de la Guerra Civil, que se habían quedado los años de la dictadura en España, suavizaban sus reacciones para no ofender la sensibilidad de quienes les ofendían a ellos. Y así se lo hacen saber a Gerda. Ella seguirá peleando por que se conozca la verdad de los hechos. Gerda murió en 1980 sin que el reconocimiento llegara, habrá que esperar 25 años más para que la vida y obra de Salvador Vila sea reconocida.
No dejo de recordar a Manuel Rivas y La lengua de las mariposas. Y en el caso que nos ocupa, no dejo de pensar en los avatares que pasaría Doña María Vila a lo largo de su vida para ejercer el magisterio, el exilio interior tan dramático que debió vivir en esa época acentuado por el fusilamiento de su único y brillante hermano menor, Salvador. ¿Quiénes fueron los que protegieron a Gerda y a Ángel y a que principios tuvo que renunciar Doña María por ello? ¿Cuáles eran sus pensamientos pedagógicos?. Cuenta mi madre que en los contenidos religiosos y nacionales pasaba de puntillas. ¿Existen escritos, correspondencia, pensamientos de Doña María? ¿Por qué se produjo un cambio ideológico en el pensamiento de Doña María en la última etapa de su vida? ¿Fue un precio que tuvo que pagar o su evolución hacia una mentalidad conservadora fue parte del proceso de vivencia de la dictadura? .
Sigo pensando que la historia de Doña María Vila es digna de ser rescatada, ojalá algún historiador o estudioso nos revele más datos de su vida.

II

La represión y el horror de la Guerra Civil no sólo afectó a personas como la familia Vila, se extendió a toda la Universidad y de lleno a los maestros republicanos que lo pagaron caro. La depuración, durante y después de la guerra, dejó unos 15.000 maestros expulsados y unos 6.000 sancionados. Lo menos grave es que estuvieron 18 meses sin cobrar.
Pienso que los maestros de la República fue una de las mejores generaciones de docentes que ha tenido España, fueron ejecutados por sus ideas y los que no murieron fusilados tras el levantamiento militar, pasaron en su exilio interior la más terrible purga profesional que alguien puede sufrir, entre ellos nuestra maestra Doña María Vila.
Morente Valero ha contado hasta 60.000 maestros depurados en su tesis titulada La Depuración del Magisterio Nacional. En ella cuenta los métodos de la depuración. En una primera fase, recién declarada la guerra, son los militares quienes se encargan de peinar pueblos y ciudades en busca de maestros republicanos. "Pedían informes a los alcaldes y por esa vía se destituyó o separó temporalmente de las aulas a muchos de ellos", explica Morente. A partir de noviembre del 36 la depuración se burocratiza. Se crean comisiones provinciales y se les exige a todos los maestros que soliciten su propia depuración como condición para seguir ejerciendo. Después la comisión les devolvería el expediente, favorable para seguir dando clase, o rechazado y a la calle.
Los maestros y maestras para ejercer su profesión tuvieron que someterse al criterio de una comisión, formada por el director del instituto, un representante de la asociación de padres, "persona de probada moralidad católica", un inspector y dos vocales de "solvencia moral y técnica". Se les pidió que detallaran qué hacían antes y después del 18 de julio, cómo recibieron el alzamiento, sus filiaciones políticas y sindicales, su actividad diaria y privada y que delataran a sus compañeros. Debían acompañar su defensa de los informes del alcalde, el cura, la guardia civil y otros. Toda una defensa sin una acusación previa.

III

Un ejemplo de maestro destacado de la comarca y recuperado para la historia es Severiano Núñez cuya vida aparece en el Libro de María Antonia Iglesias: Maestros de la República, los otros santos, los otros mártires, en él, se le describe como el arquetipo de maestro republicano. Natural de Barrado, ejerció su actividad docente en Jaraíz y sin motivo fue fusilado en la tapia del cementerio de Plasencia el 16 de agosto de 1936.
Según muchos historiadores el colectivo de maestros fue uno de los más castigado por la represión franquista. ¿Por qué? "Se les consideraba responsables de haber inoculado en la sociedad y en las mentes juveniles el virus republicano. Los maestros estaban muy posicionados políticamente, eran progresistas y de talante reivindicativo", explica el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Salamanca Francisco de Luis Martín, autor de La FETE en la Guerra Civil española.
Hay otras razones. La segunda, de carácter preventivo. Si no se acababa de raíz con aquellos maestros de espíritu republicano, al nuevo régimen se le iría de las manos la política nacionalcatolicista que pretendía imponer. El profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Francisco Morente Valero, apunta una tercera: sencillamente había que aplicar un castigo ejemplarizante a los intelectuales en general, que quitara las ganas a cualquier otro de repetir aquel modelo de vida. Y lo consiguieron. El miedo más terrible se instaló en las escuelas y en las familias de los maestros.
Comenzado el siglo XXI, cuando España desentierra la historia para hacer justicia al bando que no la tuvo, algunos maestros como Sánchez-Marín y otros colegas ya jubilados, se esfuerzan por rescatar la memoria del colectivo docente: "Esperamos que los maestros tengan en aquellos republicanos un ejemplo de lo que era la enseñanza pública, laica y en libertad".
Es necesario por tanto que otros maestros en activo, tratemos ahora de recuperar los huesos y la memoria de aquellos colegas represaliados, sancionados y fusilados.
Estoy de acuerdo con Ángel Pasamontes de que el objetivo prioritario de la Historia es "recordar para no repetir”, y cuando esos recuerdos son dolorosos, porque el corazón y la justicia no entienden de distancias temporales, se hace necesario apelar a la concordia. Pero sin olvidar, porque lo que no se nombra, no existe.

lunes, 30 de julio de 2007

Reseña

Reseña de Blog Veracidez aparecida en la sección Sitios, del suplemento Ciberp@ís, del periódico El País del día 26 de Julio de 2007.

domingo, 8 de julio de 2007

Cartel 4

Sueño dorado. Imagen de mi colección de carteles La Vera Imaginada.

sábado, 7 de julio de 2007

Camino verato

Camino verato soñado. Tecnica mixta. 2005. Dos imágenes que confluyeron en un camino de los veratos lírico.

Vera Pop 5

Fuente Moreno. Postal que pertenecen a mi serie La Vera Pop.

viernes, 6 de julio de 2007

Vera Pop 4

Postal que pertenecen a mi serie La Vera Pop.

Apunte del natural

Valle, apunte del natural. Gouache. 1986.
Dibujo realizado al natural en las sesiones de dibujo de Ronzapata en Villanueva de la Vera.

miércoles, 4 de julio de 2007

Dibujos



















Cocina.
Collage. 2003.
Mesa. Lápices de Colores. 2000.
Dibujos recuperados para ilustrar la Memoria del Curso 2006/2007, de mi centro CEPA Cid Campeador de Madrid.

Fin de Curso











Marcapáginas diseñados para el fin de Curso de mi centro CEPA Cid Campeador. Junio 2007.

Oferta Educativa












Dos diseños de folletos para mi centro CEPA Cid Campeador de Madrid, con la Oferta Educativa del Curso 2007/2008.