viernes, 23 de marzo de 2007

Punto de partida para un análisis del territorio verato

La memoria, denostada por muchos últimamente, nos permite recuperar opiniones y escritos de hace tiempo sobre un tema y a partir de ellos, poder analizar y contrastar la realidad de entonces y la que hoy nos rodea. Esta es la idea que me motiva a incorporar al blog un artículo que escribí en 1983 para la revista Territorio, publicada ese año por la Consejería de Obras Públicas y Medio Ambiente siendo consejero Juan Serna. Mi colaboración para esta revista está unida a la época en que La Vera se encontraba casi sin ninguna medida protectora específica y cuando se iniciaba lo que hoy conocemos como Mancomunidad de la Vera.
Gracias al trabajo y al esfuerzo encomiable de mi entrañable amiga Margarita Ruíz Celaá, una urbanista muy adelantada a su tiempo, que trabajó durante años dejándose la piel y con muy poco reconocimiento a su impresionante trabajo. Margarita y un equipo de colaboradores que incluía a Alvaro Hernández, Rafael Olea, Ricardo García, Victoria Haendler, Manuel García y Gregorio García, impulsaron los primeros análisis de la comarca y la creación de medidas protectoras específicas para asegurar, eso que ahora está tan de moda y que entonces era poco comprendido, un crecimiento sostenible de La Vera, donde la conservación de su patrimonio natural, paisajístico, arquitectónico y cultural no estuviera reñida con su crecimiento y desarrollo económico.
El mantenimiento de oficios, industrias, cultivos, y aprovechamientos tradicionales del territorio eran tenidos muy en cuenta en esta época como medio de conservar la esencia de las características de la comarca. Se crearon las bases para el desarrollo de las competencias de la Mancomunidad y de los recursos económicos e instalaciones para los diversos Programas que se han desarrollado a lo largo de estos años.
El artículo es el punto de partida para un análisis del territorio, iré comentando como ha evolucionado la situación, qué cosas se han hecho realidad de lo que exponía y cuales no. Qué cosas han desaparecido: casas, callejas, fuentes, árboles y parajes. Qué otras nuevas han aparecido: arquitecturas, cultivos, empresas, servicios para el desarrollo turístico con numerosas iniciativas que iré desgranando. El progresivo aumento de nuevos asentamientos rurales con construcciones de nueva creación y los problemas ambientales que se derivan de este crecimiento (torretas eléctricas, vallas, perforaciones hidrícas, pistas, residuos) que va unido al aumento de la mediana y gran propiedad privada del territorio verato y que paradójicamente contribuye a su conservación natural y paisajística, serán también objeto de entradas en este blog. Las cosas que se encuentran en peligro del patrimonio tendrán una especial importancia en los comentarios.
Las fotografías de mi artículo son de Domingo León.


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