domingo, 8 de abril de 2007

Calleja El Moral



















































Foto aérea de la Calleja El Moral de 1970. Las fotos son de primavera de 1994, su ubicación corresponde a los números de la foto aérea.


La Calleja El Moral era una muestra sobresaliente del Urbanismo de Villanueva de la Vera que sufrió una herida de muerte(1), ya que se tomo la decisión de expropiar a los dueños de los huertos, cuadras y lagar para realizar una ampliación del pueblo. Como afectado, por ser copropietario de una de las cuadras, asistí a las diversas reuniones explicativas de la operación urbanística. Desgraciadamente no había nada que hacer, estaba totalmente decidido acabar con la Calleja. Se dieron razones de prosperidad económica, de seguridad ciudadana, de aprovechamiento del espacio colectivo, su cercanía a la plaza permitía albergar un pabellón múltiple para la recreación lúdica y festiva de los villanovenses.
A posteriori la realización del pabellón múltiple ha derivado en infinidad de problemas y no conozco a nadie con una cierta sensibilidad que lo defienda. Su desproporción con el entorno, su volumen por muy de madera que sea y su diseño no encajan, obviamente, en un conjunto histórico-artístico de la categoría de Villanueva.
Siempre entenderé que el conjunto monumental de Villanueva tiene la virtud de poseer un valor que no reside en la calidad individual de sus edificios, sino en la gran unidad que presenta toda la agrupación de ellos que incluye una gran pluralidad de elementos: casas, cuadras, calles, huertos, plazuelas, plazas, túneles, lagares y otras dependencias de servicios. Esa es su riqueza.
Nadie con poder económico o político tuvo la sensibilidad de defender la recuperación y mantenimiento de la calleja El Moral. No se supo ver que nuestros huertos son nuestros jardines y fue una oportunidad de oro para convertir todo el área (ver foto aérea) en un parque municipal que hubiera permitido conservar y disfrutar de sus árboles, muchos de ellos centenarios: limoneros, naranjos, olivos, higueras, parras y frutales nos hubieran dado cobijo y sombra. Se podría haber transformado las cuadras y el lagar en instalaciones culturales.
El origen de la calleja El Moral debe estar unido al paso de ganado de la Trashumancia, ya que recuerdo con nitidez, por haber pasado mi infancia y adolescencia viviendo en el inicio de la Calleja, el paso de las vacas camino de los pastos del verano y el regreso a las dehesas para pasar el invierno. La calleja unía sin pasar por la plaza y la calle El Barrio, el antiguo Camino de Valverde con la Calle La Cañada, que como su nombre indica era el lugar de transito del ganado.
La Calleja albergaba una colección de cuadras y gallineros y un hermoso ejemplar de arquitectura industrial, un lagar, del que se salvó un edificio importante pero que según diversas fuentes tiene los días contados.
En la siguiente entrada Cuento amargo de Septiembre, se recoge mi sentir en esas fechas. El cuento se lo entregué a la máxima autoridad del pueblo pero de nada sirvió la ironía.
Hay que ser conscientes de que un Conjunto Histórico Artístico debe incluir el mayor número posible de elementos y muestras de un Urbanismo único e irrepetible, sólo hay que ir a La Alberca (Salamanca) para verlo, pero existen múltiples ejemplos en España: pueblos del Pirineo Catalán, Albarracín (Teruel), Taramundi (Asturias) por no hablar de la maravillosa conservación de la arquitectura popular de los pueblos de Alsacia o Provenza en Francia o los pueblos de La Toscana italiana. Todos los ejemplos conservan el trazado de caminos y callejas, en algunos casos permiten ir de pueblo en pueblo mediante sendas que constituyen un agradable paseo y un importante reclamo para el turismo cultural y de calidad. Podemos ver caminos y callejas del siglo XIX que conviven con nuevos trazados del siglo XXI.
El desarrollo urbanístico no debe estar unido a la destrucción, y estos ejemplos son muestra de ello, sino a la conservación de un legado que no nos pertenece, la crítica a la gestión urbanística debería ser tenida en cuenta, ya que las personas encargadas del patrimonio permiten estos desmanes urbanísticos, no se sabe si por desconocimiento o por qué son muy importantes los intereses económicos.
Puede haber dureza en mis palabras, pero a la vuelta de esta Semana Santa tengo un enfado tremendo ya que al visitar el casco histórico de Villanueva estos días, he visto la destrucción de la Calleja La Icia para una futura unión del Lancho con el Barrio en su parte trasera. Otra herida de muerte irreparable. ¿Nadie va a conservar ni un camino del siglo XIX?.
Encuentro que el naranjal de Saturnino pegado al Túnel está siendo remozado. ¡Ay! ¡Dios mío!. También recojo la triste información de que el Lagar de abajo va a ser liquidado próximamente. ¿Por qué el Ayuntamiento no interviene y salva la única herencia de la arqueología industrial que queda en el casco histórico de Villanueva, por qué no conserva las callejas y huertos que hay entorno al Lagar y crea en esa zona un parque municipal que incluya los huertos, con sus macizos de calas y celindas, con sus naranjos, olivos y limoneros?. Evitemos el crecimiento radial del pueblo. Desarrollo si pero conservando los pocos huertos y caminos que quedan.

(1)
. Heridos de muerte frase de Mercedes Martín Luengo para describir la situación en la que se encontraban los pueblos veratos a principio del milenio.

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